Me pregunto cuánto tiempo vas a ser capaz de soportarlo,
me pregunto,
también,
dónde está el límite del dolor,
del tuyo, ya me entiendes.
También si el teléfono te quema
y un teclado, un simple teclado puede abrasarte la piel.
Me pregunto cuánto tiempo voy a ser capaz de soportarlo yo,
y si seremos capaces de dejar de crear monstruos,
tú los tuyos
y yo los míos.
A veces olvidamos presentarnos mutuamente a nuestros monstruos. En ocasiones puede suceder que se lleven hasta bien. Los monstruos no pueden dejar de crearse. Eso sí, si vemos que comen mucho exijámosles alquiler.
ResponderEliminarM
Ciertamente, el día en que dejemos de crear monstruos empezará nuestra decadencia. El problema es que los malcriamos.
ResponderEliminar