El río creció lentamente
y fue llevándose todo lo que encontraba en la orilla,
que es como decir todo lo que yo había amado:
mi casa
mis caballos
mi huerto
mi mujer
mi Macbook
mi maqueta del San Juan Nepomuceno.
Pero ha visto mis ojos
llenos de odio sin medida
y está pensándose muy mucho
devolvérmelo todo,
no vaya a ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario