Los encontraron empompeyados,
abrazados entre cenizas,
Al tocarlos, aún quemaban,
- y eso que llevaban desde el jueves
tirados en la vía pública -
Los japos les hacían fotos,
los barrenderos les quitaban las hojas de encima,
las vecinas colocaban sillas
y hablaban muy bajito.
La policía local
no acertaba a atestar,
y un juez (de la Línea de la Concepción)
se negó a levantar los cadáveres.
Al fin llegó un médico
de la Seguridad Social,
y con toda idem
diagnosticó diabetes súbita
por exceso de mimo
-pero no porque no se movieran
sino porque se querían tanto
que se les obstruyeron las arterias
y se les glucosionaron-
¡Vaya dulce par de bobos!
Los médicos de la SS se tiran de cabeza con cualquier diagnóstico... Yo estoy convencido de que fue una epidemia de artrosis pirenaica ;)
ResponderEliminarAhora que lo dices...
ResponderEliminarM