jueves, 24 de enero de 2013

Destrozos

Me pregunto cuánto tiempo vas a ser capaz de soportarlo,
me pregunto,
también,
dónde está el límite del dolor,
del tuyo, ya me entiendes.
También si el teléfono te quema
y un teclado, un simple teclado puede abrasarte la piel.

Me pregunto cuánto tiempo voy a ser capaz de soportarlo yo,
y si seremos capaces de dejar de crear monstruos,
tú los tuyos
y yo los míos.

miércoles, 16 de enero de 2013

Canción de cuna


Canción de cuna al niño que hemos parido
entre los dos,
a golpes,
entre colchones viejos.
¿Cómo lo llamaremos?
Será su nombre insulto.

Expulsado del vientre
caliente.

Gemidos de hambre seca.
Tomas mis dedos,
sacas de ellos el aire y de mis senos
tus únicas caricias y tu alimento.

Tu padre llora
y en el colchón, tu cuna,
cuenta las horas que están pasando largas.

Canción de cuna al niño que hemos parido.
Duérmete para siempre.
Duerme tranquilo.

lunes, 7 de enero de 2013

Por orden


Un trozo de retal para bordar mañana,
unos cascos del AVE que lo mismo funcionan.
Restos de purpurina de la fiesta de mayo,
una caja vacía de papel de liar,
unos dibujos raros escritos al teléfono,
un mechero sin mecha, pero, ¿y si resucita?

¿Otros cascos del AVE?
Una alfombra roída,
un filtro ennegrecido,
unos zapatos viejos.



La cabeza de un arce, un señor de Pamplona,
una vela encendida que quema la pared,
dos pares de alpargatas de la cuenca del Ebro,
cuatro kilos de gambas, unos cables pelados...

No voy a acabar hoy de recoger mi habitación, no.