A veces lloras,
y entonces pongo bajo tu cara
muy discretamente
una página cualquiera
de la guía de carreteras
de España y Portugal,
mil novecientos noventa.
Así tus lágrimas caen al azar
sobre pueblos, ciudades,
olivares y reservas naturales.
A veces lloras,
y siempre,
al día siguiente
voy a esos lugares
que tus ojos eligieron,
y pregunto a las gentes de la zona
por qué estás tan triste,
pero nunca nadie sabe contestarme.
Chica, eres todo un misterio.
Oh! Si alguien hiciese eso por mí y lo supiese, dejaría de regar la tierra... Oh!!!
ResponderEliminarM
Si alguien hiciese eso por ti, yo me alejaría muy mucho.
ResponderEliminarBueno, si alguien hiciese eso por mí, en realidad el que se alejaría sería él...
ResponderEliminarM
Ay qué ternuuuura...
ResponderEliminarBesos